Hace más de una década atrás nació una campaña publicitaria
donde un Ogro y un Pollito enseñaban a la gente que era más correcto obrar bien
y en favor de los demás que ser un ogro egoísta y prepotente. Era una excelente
campaña que ha perdurado en el tiempo, con algunos cambios de animación en cada
encarnación. Cuando la vi por primera vez, no pude dejar de pensar que la
protagonizaban dos grandes amigos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario